El barrio Cubitos, uno de los más emblemáticos de Pachuca, fue testigo de la tradicional representación del viacrucis que congregó a miles de personas.
Este evento, en su edición número 55, no solo destaca como una de las conmemoraciones más relevantes de la Semana Santa en la capital hidalguense, sino que también refuerza la unión y la devoción de la comunidad.
Un recorrido espiritual y cultural
El viacrucis comenzó en la cancha ubicada junto a la Comisión Federal de Electricidad, donde se realizó la escena del juicio en la que Poncio Pilato impone la sentencia de muerte a Jesús. A partir de ahí, los participantes recorrieron más de 2 kilómetros, atravesando las calles principales hasta llegar al cerro de Palmitas.
Este camino no solo fue un acto de fe, sino también una oportunidad para que los asistentes vivieran una experiencia única, rodeados de un ambiente cultural vibrante.
Durante el recorrido, el actor que interpretó el papel de Jesucristo cargó una cruz de más de 100 kilogramos, simbolizando el sacrificio y la dedicación de la historia. Aunque algunos asistentes sufrieron golpes de calor, todos fueron atendidos sin complicaciones, asegurando que la celebración se llevara a cabo en un ambiente seguro y controlado.
