Hoy es 4 de octubre, el día de la fiesta patronal de la ciudad de Pachuca, dedicada a San Francisco de Asís.
La feria pachuqueña tiene una historia peculiar y una tradición que se remonta a siglos atrás y que incluso está validada por un decreto gubernamental del siglo XIX.
Las referencias más antiguas que se tienen son de finales del siglo XVII, con documentos fechados en octubre de 1698 que refieren la existencia de vendedores durante las fiestas litúrgicas de San Francisco, en el convento de Pachuca.
Cuenta la historia que los gastos fueron creciendo durante las obras de ampliación del convento de San Francisco. Por este motivo, en 1772 recibió aportaciones de Don Pedro Romero de Terreros, primer conde de Regla, a quien se le nombro patrono y noble benefactor del convento.
A partir de entonces, el conde de Regla organizaba cada año una peregrinación de trabajadores y fieles, en honor a San Francisco de Asís, que iniciaba el 3 de octubre en Huasca, pasaba por Omitlán, luego por Real del Monte, hasta finalizar en el convento en la madrugada del 4 de octubre.
Estas caminatas fueron cada vez más nutridas y festivas, por lo que San Francisco fue nombrado Santo Patrono de la ciudad.
El 3 de septiembre de 1868, cuando la ciudad de Pachuca aún pertenecía al Estado de México, el gobernador José María Martínez de la Concha promulgo el Decreto de creación de la Feria de San Francisco, estipulando que se celebraría esta fiesta cada 4 de octubre.
El documento original del decreto sobrevive hasta nuestros días y se encuentra colgado en una pared de la sacristía del templo del exconvento.
Actualmente, la Feria de San Francisco en Pachuca está dividida en dos: la tradicional, que se realiza con actividades litúrgicas y culturales en la zona del exconvento, y la moderna, que se lleva a cabo durante casi un mes en el sur de la ciudad.