De acuerdo con los últimos reportes epidemiológicos, la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) ha informado que, hasta el momento, no se han contabilizado intoxicaciones por picadura de alacrán en la entidad. ¡Uf, menos mal! Aunque la mayoría de estas picaduras no representan un peligro grave para la salud, son increíblemente dolorosas.
¿Cuáles son los síntomas de una picadura de alacrán?
Si te pica un alacrán, los síntomas más comunes son fiebre, dolor intenso, hormigueo o inflamación en la zona afectada. También podrías experimentar irritación en la garganta, sensación de cuerpo extraño o salivación excesiva. En casos más graves, podrías sufrir espasmos musculares involuntarios en extremidades, garganta o párpados.
Para adultos mayores y niños, las complicaciones pueden ser más serias, incluyendo problemas dérmicos, cardiovasculares, respiratorios, neurológicos o metabólicos. Así que, si te pica un alacrán, acude de inmediato a la unidad de salud más cercana.
Prevención: mantén a los alacranes lejos
Para evitar la presencia de estos animales, realiza una limpieza periódica alrededor de tu vivienda para evitar la acumulación de basura o desperdicios. También, reduce el almacenamiento de madera y materiales de construcción. Dentro del hogar, organiza y sacude frecuentemente las prendas de vestir y calzado. Instala mallas mosquiteras en puertas y ventanas.
El lado bueno de los alacranes
Por más temibles que parezcan, los alacranes tienen una función ecológica importante. Actúan como reguladores biológicos de otras especies de artrópodos que podrían convertirse en plagas domésticas o agrícolas. Así que, aunque sean un dolor de cabeza (¡y de cuerpo!), también son parte del equilibrio natural.