Si eres un pachuqueño que no quiere salir de la ciudad en estas vacaciones, si recibiste visitas, si eres turista o simplemente quieres redescubrir Pachuca, aquí hay algunos consejos para disfrutar la Bella Airosa.
La capital hidalguense se caracteriza por su actividad minera, por un legado histórico del que sus pobladores se sienten orgullosos, por lo que disfrutan de lugares y sitios que guardan parte de este valor, como lo es el Archivo Histórico y Museo de la Minería, que se encuentran en el primer cuadro de la capital del estado.
El Museo de Minería es un recinto cultural que alberga fotografías, documentos originales, maquinaría y herramientas propias de la minería, donde visitantes y turistas podrán conocer la historia que Hidalgo posee al ser un estado conocido por sus yacimientos de oro, plata y cobre.
“Este periodo vacacional Hidalgo está listo para mostrar a los visitantes y turistas los lugares que guardan historia, diversión y experiencias en la capital hidalguense”, destacó Elizabeth Quintanar Gómez, Secretaria de Turismo del estado.
La Bella Airosa también cuenta con sitios donde niñas, niños, adolescentes, adultos y apasionados del fútbol pueden disfrutar de una experiencia interactiva en el Centro Interactivo Mundo Fútbol, ofrece una experiencia sensorial que te envuelve en un ambiente futbolero, donde se podrá aprender, entrenar y jugar fútbol.
Otro de los lugares que la capital hidalguense ofrece para que niñas y niños disfruten y aprendan de manera simultánea es el Museo Interactivo El Rehilete, un espacio donde aprenderán aspectos de ciencia, arte, naturaleza y tecnología, y donde su visita se convertirá en una experiencia de aprendizaje y diversión, junto a ejemplares de dinosaurios que se encuentran en este lugar.
Caminar por las frías calles del centro histórico en esta temporada navideña, resulta un gran plan para conocer Pachuca, el cual se encontrará iluminado por la magia de la navidad, además de brindar distintos lugares para que tengan la posibilidad de degustar los tradicionales pastes, acompañados de un café de olla, o atoles de diversos sabores.