Un gran domingo se vivió en Pachuca con la obtención del séptimo título de liga de los Tuzos.
La ventaja conseguida en el juego de ida de la final en Toluca le dio mucha confianza a los aficionados, que arroparon al club blanquiazul con un emocionante pasillo en la llegada del autobús del plantel al estadio Hidalgo.
El inmueble de la Bella Airosa lució colmado para la gran final que se convirtió en un partido de trámite, en el que incluso Pachuca aumentó el marcador global para convertirlo en un 8-2 de escándalo.
El instante de levantar la copa se convirtió en un hervidero de emociones, con una afición blanquiazul que esperó muchos años para volver a celebrar un campeonato en casa.
Los festejos se trasladaron a las calles de la capital hidalguense y, por supuesto, al Reloj Monumental, testigo de grandes celebraciones. Miles de seguidores se dieron cita en el Centro Histórico de la ciudad para gritar Tuzo CAMPEÓN.