¡Atención! El sistema estatal de Protección Civil ha emitido una serie de recomendaciones para enfrentar las rachas de viento de 40 a 60 kilómetros por hora, que pueden dar lugar a la formación de tornados no-supercelda.
Estos fenómenos atmosféricos, aunque más delgados y de menor duración e intensidad que los tornados normales, son igual de peligrosos y pueden presentarse en zonas rurales.
Los tornados no-supercelda son columnas de aire que se forman en contacto con la tierra y una nube, y su peligrosidad radica en su alta velocidad angular. En Hidalgo, por ejemplo, se registró un tornado no-supercelda en agosto de 2014 en el municipio de Almoloya, dejando importantes daños a su paso.
¿Qué hacer ante la formación de un tornado?
Ante una situación de este tipo, es fundamental buscar refugio en el sótano o en una habitación interna sin ventanas, preferiblemente en el piso más bajo de la casa. Si no es posible, se recomienda resguardarse en espacios como el baño, un clóset o un pasillo central. También es importante buscar protección debajo de objetos resistentes, como una mesa pesada.
Una vez que el fenómeno haya pasado, mantén la calma y permanece en un lugar seguro. Asegúrate de consultar con las personas a tu alrededor para verificar si hay heridos y, de ser necesario, brinda primeros auxilios o busca ayuda médica. Al salir, ten especial precaución con los postes de electricidad caídos.
Recuerda que la prevención y la calma son clave en situaciones de emergencia. Sigue estas recomendaciones y mantente a salvo ante las rachas de viento y tornados no-supercelda. ¡Cuídate!