Es 12 de diciembre, día de los festejos guadalupanos, y queremos platicarte este vínculo que hay de estas fechas con uno de los cerros más enigmáticos de Hidalgo: el Xicuco, localizado en sur del Valle del Mezquital.
Esta peculiar elevación cónica de 2 mil 200 metros sobre el nivel del mar se encuentra en el municipio de Tezontepec de Aldama. Su nombre significa Lugar del ombligo y tenía una fuerte influencia en los pueblos prehispánicos de la zona.
El cerro del Xicuco está plagado de leyendas e historias. Una de las más significativas es la menciona que el arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez se inspiró en la silueta de este monte para diseñar la cúpula de la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México, el santuario mariano más visitado del mundo.
Se dice que el arquitecto pidió al escritor Gutierre Tibón, autor del libro El ombligo como centro cósmico, que le ayudara a encontrar una figura sagrada prehispánica para basar su diseño.
El letrado conocía muy bien la relevancia sagrada que representó el Xicuco para los pueblos originarios y la conclusión fue que la Basílica adoptó la forma de este emblemático cerro de Hidalgo, definiendo una mezcla de identidad cultural de México.
El Xicuco puede observarse desde distintas poblaciones de esa región de Hidalgo, como Tula, Tlaxcoapan, Tlahuelilpan y Atitalaquia, y desde autopistas como el Arco Norte.