Este 14 de febrero, el estadio Hidalgo cumple 29 años de haber abierto sus puertas por primera vez.
Esta casa de los Tuzos ha sido testigo de ascensos, descensos, finales y campeonatos, que han hecho del Club Pachuca un equipo importante del futbol mexicano.
Todo comenzó el 14 de julio de 1992, cuando el entonces gobernador, Adolfo Lugo Verduzco, colocó la primera piedra. La anterior sede, el estadio Revolución Mexicana, era insuficiente para un equipo que representaba a la cuna del futbol en nuestro país, por lo que el gobierno del estado, que también era propietario del equipo en aquella época, decidió edificar un nuevo inmueble.
Así inició la construcción con participación de la empresa ICA. La obra no podía tener mejor influencia minera, se levantó sobre los depósitos de los jales, montículos de extracción de material de las minas de Pachuca.
El estadio quedó concluido en 1993, quedando con capacidad de poco más de 25 mil espectadores. Originalmente tenía seis localidades: dos cabeceras, dos preferentes techadas y dos zonas de plateas numeradas, además de los palcos. El nombre del estadio fue elegido por votación popular en programas de radio.
La inauguración oficial ocurrió ese mismo año, el domingo 14 de febrero de 1993 a las 12:00 horas, en un partido de liga entre los Tuzos de Pachuca y los Pumas de la UNAM, con marcador final de 0-2 en favor de los felinos.
A través de los años, el estadio Hidalgo ha sufrido múltiples transformaciones, aunque mantiene su estructura original. Así luce en la actualidad: