Este sábado, las organizaciones civiles SEIINAC y Mercadita Las Insurgentes denunciaron actos de represión y agresión que se registraron durante la manifestación del 8M en Hidalgo. Este evento, dedicado a la defensa de los derechos de las mujeres, tuvo un desenlace preocupante debido a la intervención de la fuerza de seguridad pública estatal y provocando una confrontación con manifestantes en las inmediaciones de plaza Juárez.
Detenciones arbitrarias y violencia
De acuerdo con el informe de SEIINAC, 13 personas fueron detenidas de manera violenta. Entre los arrestados, había mujeres adolescentes sin justificación aparente. Muchas de estas detenciones ocurrieron dentro de las vallas que rodeaban el palacio de gobierno, lo cual ha generado alarmas sobre el respeto a los derechos humanos en el estado.
La organización también destacó que se han presentado siete quejas ante la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo contra la Secretaría de Seguridad Pública y el gobierno local. La organización exige un alto a la violencia y un respeto absoluto a la dignidad humana. Reitera la urgencia de implementar protocolos de actuación enfocados en género y derechos humanos para proteger a quienes ejercen su derecho a manifestarse. En este sentido, SEIINAC hace un llamado a las autoridades estatales y federales para que asuman su responsabilidad y garanticen el derecho de reunión sin represalias.
Por su parte, Mercadita Las Insurgentes lamentó los hechos señalando que «el estado violentó y lastimo a varias de nuestras compañeras las cuales estamos dándole seguimiento, hombres vestidos de negro las golpearon y pisaron tras la culminación de la marcha, estamos preocupadas por lo sucedido, pues nuestros contingentes llegaron de manera pacífica a plaza Juárez sin inconvenientes hasta que los policías de palacio de gobierno empezaron a sembrar miedo y pánico«.
Lamentable también fue que la agresión a compañero de medios de comunicación. El fotoperiodista Oscar Sánchez fue agredido por elementos de Seguridad Pública simplemente por hacer su trabajo documentando las detenciones.
La realidad es que los protocolos diseñados por el gobierno para minimizar los daños en esta movilización fallaron por completo. Habrá que analizar si la idea de colocar vallas fue la correcta o fue una invitación subversiva a la violencia. También habrá que investigar la presencia de infiltrados, de los cuales hubo evidencia durante los actos violentos.