Existe un bello lugar escondido en el estado de Hidalgo que tiene una historia poco conocida, pero que es muy interesante.
Se trata de La Encarnación, una exfundidora en el corazón del Parque Nacional Los Mármoles, en el Pueblo Mágico de Zimapán, que tuvo una época de bonanza luego de su fundación en 1815.
En este lugar existía una mina cuyo fierro extraído llegó a obtener la medalla de oro en una exposición de Londres. Con este metal y el trabajo de obreros de la fundidora se construyeron edificaciones en varias ciudades importantes de México.
Pero seguramente más significativo de La Encarnación fue su aportación para la construcción de una de las obras arquitectónicas más trascendentales de la historia moderna. En lugar se forjaron partes de la Torre Eiffel y se dice que la marca de la fundidora hidalguense se puede encontrar en los cimientos de la edificación más visitada del mundo.
La Encarnación actualmente luce unas fascinantes ruinas adornadas de verdes prados y neblinas que brindan un paisaje enigmático, lleno de historia.
También en los últimos años ha sido locación para producciones cinematográfica. Si tienes oportunidad, ¡no dudes en visitarla!