El municipio de Nicolás Flores, Hidalgo, ha sido testigo de intensas jornadas de combate contra un incendio forestal que, a pesar de estar controlado, aún sigue activo.
Según el informe del Sistema de Comando de Incidentes, se estima que alrededor de 900 hectáreas han sido afectadas por este desastre.
Durante los ocho días de operaciones coordinadas, aproximadamente 850 personas diarias, entre brigadistas, voluntarios y donantes de alimentos y bebidas, se unieron para combatir las llamas. Se destacan las acciones aéreas y terrestres, la creación de brechas cortafuego y el desalojo de aproximadamente 40 personas de las comunidades afectadas.
Afortunadamente, el informe no reporta víctimas ni heridos, lo que confirma un saldo blanco en este incidente. Esto se debe en gran medida al importante apoyo de las aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana, que realizaron un total de 68 descargas de agua, equivalentes a 136 mil litros, y la aeronave Bell 212, que esparció 86 mil litros de agua en 86 operaciones. Estas acciones fueron clave para contener el incendio y proteger las áreas afectadas.
Los diagnósticos técnico-operativos y la evaluación del siniestro fueron realizados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (SEMARNATH), en colaboración con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Protección Civil y la Guardia Nacional.