Cuando parecía una noche más en los centros nocturnos de Tizayuca, las autoridades se hicieron presentes. En dos operativos realizados con singular coordinación, la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) en conjunto con la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH), el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, lograron decomisar 336 dosis de diversas drogas.
Primero el bar, luego el calabozo
El primer establecimiento no sabía lo que se venía. La investigación había señalado este y otros lugares como presuntos puntos de venta y distribución de droga. De esta diligencia, los agentes estatales capturaron a cuatro individuos del sexo masculino que, para su mala suerte, desempeñaban varias funciones en el lugar.
Segundo bar, segunda sorpresa
En el siguiente bar, el guion fue similar pero los actores cambiaron: esta vez dos hombres y una mujer fueron los que terminaron esposados. La policía sacó figurativamente su red para llevarse 243 dosis de marihuana y 93 dosis de “cristal”, teléfonos celulares y hasta un bastón retráctil, por si se quisieran defender de los argumentos legales supongo.
Una vez concluidos los procedimientos judiciales, los detenidos y objetos asegurados se encuentran en manos del agente del Ministerio Público. Éste será el encargado de determinar su situación jurídica. Mientras tanto, en el detrás de cámaras, las investigaciones continúan. Porque si hay algo que hemos aprendido de esta historia, es que las autoridades tienen varios ases bajo la manga.