En un enigma se ha convertido la desaparición de un par de bustos de bronce ocurrida esta semana en emblemáticos parques de Pachuca.
El primero se registró en la madrugada del 17 de marzo: el de Miguel Hidalgo, ubicado en el parque del mismo nombre, que tenía más de 30 años en un pedestal en el histórico jardín y cuyo robo fue calificado por la Presidencia Municipal como un “hecho condenable“.
“Las autoridades competentes ya están haciendo su labor para saber cómo fue, pero sobre todo, dar con los responsables para recuperar esta obra y colocarla de vuelta al lugar que le corresponde. Agradeceremos a la ciudadanía cualquier información que nos pueda facilitar cumplir con nuestro cometido“, refirieron en un comunicado.
Horas después se reportó otro hurto de similares condiciones: el de Luis Pasteur, en el jardín del mismo nombre ubicado en avenida Madero de la capital hidalguense, que habría sido retirado el pasado martes.
El monumento al famoso médico fue inaugurado en 2005, pero curiosamente este busto ya había desaparecido una vez, en 2010, año en que tuvo que ser reemplazado por uno nuevo.
¿Quién estará detrás de estas desapariciones? Las autoridades ya investigan ambos robos.