Este domingo 20 de abril, la parroquia de la Purísima Concepción de Mineral del Chico se llenó de fe y fervor, con miles de feligreses se reunieron para celebrar el Domingo de Resurrección. Esta actividad religiosa, conocida como la Lluvia de Pétalos, tiene más de 150 años de historia, uniendo a comunidades y generaciones en un acto de devoción.
Un evento que atrae a miles
Provenientes de distintos municipios de Hidalgo e incluso de otras entidades, los devotos llegaron al recinto desde tempranas horas del día, formando largas filas con un solo objetivo: recibir las bendiciones que se ofrecen en este sagrado lugar.
A las 10:00 horas, una vez dentro, los creyentes escucharon con atención la misa del Domingo de Resurrección, un momento de reflexión y espiritualidad que culmina en una hermosa tradición.
La historia detrás de la lluvia de pétalos
La lluvia de pétalos se originó hace más de 150 años, gracias a la promesa de un ingeniero minero que, al desear un milagro para su hijo enfermo, se comprometió a llenar la iglesia de flores.
Desde ese momento, el pueblo honra cada año esta promesa, convirtiendo este evento en un símbolo de esperanza, milagros y unión entre los fieles.