Xalt, un tigrillo que llegó a la Unidad de Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Fauna Silvestre de México, ha emprendido un nuevo capítulo en su vida, después de tres meses en el área de quirófano,.
Proveniente de Jaltocán, llegó con apenas mes y medio, pesando solo 400 gramos, y presentaba desnutrición y deshidratación. Gracias al cuidado y la atención de los médicos veterinarios, logró recuperarse alcanzando un peso de 1,600 gramos.
El proceso de adaptación
El 6 de noviembre, Xalt fue trasladado a un biosimulador cuidadosamente diseñado. Este espacio simula su hábitat natural y cuenta con refugios, plantas y un entorno variado que facilitará su adaptación.
Según los especialistas, el proceso tomará entre dos y tres días, durante los cuales Xalt será monitoreado las 24 horas. Su alimentación inicial incluía leche y comida semi sólida, seguida por pequeños roedores para fomentar sus instintos de caza.
Compromiso con el bienestar animal
Daniel Monroy, el director de la dependencia, enfatiza la importancia de liberar a Xalt del contacto humano para estimular su comportamiento silvestre.
Desde la apertura de la unidad, se han rescatado y rehabilitado tres tigrillos, una especie en peligro de extinción que merece atención y protección.