Epazoyucan es uno de los municipios de Hidalgo que busca convertirse en Pueblo Mágico este año. Es una localidad que tiene una rica historia, cuyo principal emblema es su conjunto arquitectónico católico.
El exconvento de San Andrés Apóstol fue construido sobre una pirámide en tiempo récord, solo 7 meses y días se necesitaron para que la mano indígena edificara la primera etapa de este magnífico recinto religioso en el año de 1540.
Los detalles y la historia de este lugar los conocimos gracias al historiador Jesús Benjamín Ortega Lazcano, especialista en iconografía sacra, quien dio una nutrida conferencia el pasado domingo en este templo de Epazoyucan.
Jesús Benjamín nos contó que la región fue habitada por pueblos chichimecas y estuvo dedicada a Tlaloc y Chalchiuhtlicue, dioses del agua en la época prehispánica; la adoración a estas deidades quedó plasmada en algunos elementos y detalles que se encuentran dentro y fuera del templo de San Andrés Apóstol.
De esta forma, la ornamentación y las decoraciones son una fusión de conocimientos culturales prehispánicos, europeos e incluso estilos árabes. Entre la simbología que se puede apreciar en el templo están las olas dedicadas a Chalchiuhtlicue, el monograma de Cristo, el monograma Crismón, el monograma de la Virgen el manto estelar, la flor de los ocho pétalos, el escudo de los cuatro puntos conocido como Chimalli, el corazón flechado símbolo de los agustinos.
La historia de este lugar, que se remonta a tiempos prehispánicos, es fascinante y se convierte en un patrimonio cultural para Epazoyucan y toda esta región que forma parte de la Comarca Minera. Un sitio imperdible para visitar y redescubrir en lo que podría convertirse un nuevo Pueblo Mágico de Hidalgo.