Uno de los lugares más enigmáticos de Hidalgo es San Antonio Regla, una hacienda que fue inundada para dar paso a una presa que lleva el mismo nombre.
Este lugar fue fundado en Huasca en 1762 por Pedro Romero de Terreros, el conde de Regla, destinado para la minería.
Al igual que San Miguel Regla y Santa María Regla, San Antonio Regla era una hacienda de beneficio durante la explotación de la plata y el oro en las minas de la región.
Luego de quedar en ruinas, en 1915 la hacienda se inundó para crear la presa San Antonio, que en un inicio en una planta hidroeléctrica.
La exhacienda quedó sumergida 12 metros bajo el agua y apenas unas cuantas construcciones sobresalen de la superficie, como una gran chimenea llamada chacuaco.
Actualmente esta presa es un lugar turístico para los visitantes que desean acercarse en lanchas y descubrir sus historias.